martes, 13 de febrero de 2007

Todos adoran a Kant y citan esta frase, yo también.

Dos cosas llenan el ánimo de admiración y veneración, siempre nuevas y crecientes, cuanto con mas frecuencia y aplicación se ocupa de ellas la reflexión: el cielo estrellado sobre mí y la ley moral dentro de mí. […] El primer espectáculo de una innumerable multitud de mundos aniquila, por así decir, mi importancia como criatura animal que debe devolver al planeta (un mero punto en el universo) la materia de la que le fue hecho después de haber sido provisto (no se sabe como) por un corto tiempo de fuerza vital. El segundo, por el contrario, eleva infinitamente mi valor, como el de una inteligencia, por mi personalidad, en la cual la ley moral me manifiesta una vida independiente de la animalidad e inclusive de todo el mundo sensible.

Kant, Critique de la raison practique.



N. de Blog (?): en la tumba de kant esta escrita la primer parte de la frase expuesta.

2 comentarios:

Augusto Belmonte dijo...

Hmmm Kant, en su momento me encanto, pero despues ciertos dejes pseudoreligiosos me alejaron un poco.
Por otro lado no puedo dejar de lado algo que lei de el, "La libertad es aquella facultad que aumenta la utilidad de todas las demás facultades." Que muchacho tan sabio.

Javier Galarza dijo...

Es muy bello tu análisis, por mi formación personal, escuchar hablar de kant me recuerda esta cita imprecisa de una conferencia de Heidegger:

"Immanuel Kant observa no sé dónde algo en el siguiente sentido: es fácil descubrir algo después que le han indicado a uno hacia dónde hay que mirar."

Eso me emociona. Lo que Holderlin fue para Heidegger.

Quién es faro. Donde mirar. Quien abre caminos.

El nombre de tu blog es estupendo.