martes, 24 de marzo de 2009

CONTRA SU DICTADURA, CONTRA SU DEMOCRACIA



El enemigo sigue estando en la Casa de Gobierno, siempre lo ha estado y siempre allí estará. En las dictaduras militares el Estado muestra su lado más terrible con el plan sistemático de asesinato y tortura de personas. Ya entre 1973 y 1976 hubo alrededor de 900 asesinatos y desapariciones forzadas de personas. Durante el gobierno del General Perón y su mano derecha López Rega el método represivo aunaba elementos parapoliciales, matones en los sindicatos y la ultraderechista Triple A.

Pero después de la última dictadura militar, entre peronistas, radicales y socialistas… ¿Cuántas personas asesinó directa o indirectamente el Estado? Esto no es una “falsa democracia”, esto es una verdadera democracia con todo lo que esto significa: explotación capitalista, gatillo fácil, hambre y represión. El Estado utiliza diversos mecanismos para la dominación, de entre todos ellos la democracia es una herramienta circunstancial… pero cuando los capitalistas ven amenazados sus intereses o desean incrementarlos apelan a la fuerza bruta y al exterminio.

Cabe señalar que Videla, Massera y Agosti no estuvieron solos, contaron con la complicidad de la jerarquía eclesiástica católica, los burócratas sindicales y muchos políticos dispuestos a sentarse en las poltronas. Aunque ahora se rasguen las vestiduras, partidos como el PJ, el PDP, el PSD, la UCR y el PC, acompañaron con embajadores, intendentes, presidentes comunales y dirigentes a la sangrienta dictadura. Mientras en las cárceles y mazmorras torturaban a sus militantes, los mariscales soviéticos ponían medallas en el pecho de los milicos argentinos. Luego, en el 82’ llegó la guerra de Malvinas y en las propias trincheras parieron la transición hacia un régimen que aseguraría la impunidad de asesinos y explotadores.

Por todo esto, los anarquistas afirmamos que el problema no es quién nos gobierne, el problema es que nos gobiernen, y el único camino es y será el de la lucha por un mundo sin opresores ni oprimidos, sin explotadores ni explotados.

En los años ’70, la represión tuvo múltiples manifestaciones: los fusilados de Trelew bajo la dictadura de Lanusse, la matanza de Ezeiza el día del retorno de Perón, donde actuaron las patotas de la CGT asociadas a grupos policiales y paramilitares contando con el aval explícito del general, dejando como saldo más de una docena de muertos y centenares de heridos. En nuestra provincia se produjo el “Villazo”, y la insurrección obrera y popular tuvo como respuesta del gobierno nacional “El operativo Rocamora” que dejó el asesinato de cientos de luchadores y luchadoras sociales. El local del Sindicato de Marítimos de la F.O.R.A. (Federación Obrera Regional Argentina, V Congreso), fue dinamitado por la Triple A por ser el refugio de los activistas combativos. En la ciudad de Santa Fe la Biblioteca Popular Emilio Zola, fue incendiada y hasta el presente está bajo control peronista.

En marzo de 1976, los militares con apoyo de la iglesia católica, los grandes grupos empresarios, la burocracia sindical y los banqueros internacionales iniciaron el proceso dictatorial. La destrucción de vidas por la tortura, los secuestros y las desapariciones forzadas sumadas al exilio de miles de personas, prepararon el terreno para la aplicación de las políticas que hoy nos imponen. A tres décadas, la deuda externa generada entonces es el elemento crucial de dominación del territorio. Los gobiernos civiles de un modo u otro siguen aplicando las recetas del FMI y el Banco Mundial, siguen manteniendo condiciones de explotación y empobrecimiento para la mayoría.

Hoy como ayer el camino debe ser el de la lucha. No basta con la memoria y el repudio al genocidio, es preciso erradicar las causas que lo hicieron posible, y no creemos que el Estado se suicide desarticulando sus fuerzas represivas. Debemos destruirlo nosotros, mediante la lucha y la imposición brutal de nuestros deseos. Porque no esperamos nada de nadie… ¡Sólo de nosotros mismos!.
Los desafíos están a la vista, sin la destrucción de esta sociedad de clases tal como está conformada siempre habrá torturadores, criminales de Estado y milicos asesinos. Asumamos el hecho de que sólo la revolución social liquidará para siempre el terrorismo de Estado, en dictadura militar o dictadura democrática.

Actuemos asumiendo un carácter enteramente internacionalista en esta lucha de siempre, la de los fusilados, de las encarceladas, de las desaparecidas, de los perseguidos en todo el mundo por ese mismo enemigo: el capitalismo y su Estado.
NI VOTOS NI BOTAS… ¡REVOLUCION SOCIAL!

Anarquistas.
www.anarquistasrosario.cjb.net
anarquistasrosario@yahoo.com.ar
(texto sacado de...)



nos ilustra http://xgaiax.deviantart.com/
"juguemos a al revolución"

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